
3 años de La Esfera Dorada
Ya tenía tiempo con una idea rondándome por la cabeza: abrir un blog y compartir con las personas mis pensamientos sobre algún tema en específico. Al principio creí que un blog era un diario abierto al público, pero me puse a investigar y me di cuenta que era más que eso; entonces, viendo los consejos que se dan para dar el primer paso, tenía que decidir la temática.
Pero, ¿sobre qué quería hablar?
Lo medité durante un tiempo. No fue fácil, porque primero pensé en escribir sobre teatro, hablar de las obras que iba a ver y compartir mi opinión, pero no me animaba por lo mismo que muchos no lo hacen: el miedo.
El miedo es una cosa terrible porque te inhibe, desconfías de ti y tus capacidades tanto creativas como de tu persona.
Lo primero que pensaba era que me iba a echar a los teatristas encima si decía algo que no les parecía. Supuse que dirían los argumentos de siempre: “¿Y tú qué has hecho?”, “como si él fuera muy bueno”, “como ya no la hizo en el teatro ahora se pone a hablar mal de los demás”. O la más pobre de todas las defensas: “es un pendejo”. Por lo que hablar sobre teatro quedó descartado para no tener problemas.
¿De qué más puedo hablar en un blog? Pensé.
Así que un día, después de ver la cuarta temporada de Black Mirror, y quedar con una no muy buena impresión, me armé de valor para escribir sobre esta serie. Solo que antes de publicar necesitaba habilitar el blog en algún lugar y decidí hacerlo en WordPress. Ahora necesitaba un nombre, no tenía idea de cómo se iba a llamar, pensaba en que fuera llamativo y representara algo, pero nada llegaba a mi mente. Hasta que un día viendo un pino de navidad miré una esfera dorada, recordé que los círculos me gustan y me llevó a pensar en su significado: una esfera dorada es un círculo que se expande por medio de su brillo.
Di en el clavo.
Convencido de haber encontrado el nombre adecuado habilité el blog y escribí mi primera crítica en lo que ahora es La Esfera Dorada. Después vinieron películas y eventualmente el teatro. Tenía que vencer el miedo. No obstante, necesitaba de alguien más, no me sentía capaz de avanzar solo e invité a Jennifer Peña a que se uniera en esta aventura debido a sus conocimientos en historia del arte, teatro y cine, así como su capacidad de ver cosas que yo no logro vislumbrar.
De esta manera emprendimos el viaje.
Pero había que perder el miedo y aventarse al vacío, escribir sobre teatro y dejar que pasara lo que tenía que pasar. El impulso vino de mi tema de tesis en la Maestría en Artes Escénicas, que tiene como tema la crítica teatral periodística en Monterrey. Me armé de valor y la primera crítica que salió a la luz fue sobre una versión de La vida es sueño, de Calderón de la Barca. Confieso que estaba nervioso por la respuesta, pero fue disipándose al encontrarme con pensamientos semejantes, felicitaciones y ánimos de continuar escribiendo crítica teatral.
Durante estos tres años hemos aprendido mucho sobre cómo manejar estos medios digitales para compartir lo que se hace en éstas áreas del arte. No ha sido fácil, en ocasiones no podemos llegar a ser tan constantes como quisiéramos por falta de tiempo, dinero y espacio. También hemos aprendido a lidiar con los comentarios negativos sobre nuestro trabajo, ya sea que se comente en una publicación o que nos enteremos de lo que se dice tras bambalinas. Pero como todo, hay dos caras de la moneda, y contamos con el apoyo de mucha gente interesada en nuestra labor, eso nos motiva a continuar y ser mejores.
Quizá no debería ser nuestra responsabilidad hacer lo que hacemos, ya que somos creadores escénicos y también deseamos continuar haciendo teatro, sin embargo, nos preocupa que poco se haga en favor de su difusión, además, nos gusta compartir lo que sabemos y el trabajo de nuestros colegas.
No hay duda de que estamos en un continuo aprendizaje, algo que en un principio nos parecía complicado ahora no lo es tanto, los miedos se han ido y no nos queda más que continuar trabajando. Prometemos hacer que esto continue creciendo y mejorar nuestro contenido día a día para todos nuestros seguidores.
Agradezco a todos los que han formado parte de este proyecto de manera voluntaria e involuntaria, ya sea con una entrevista, una invitación a una puesta en escena, haciéndonos llegar sus comentarios, siguiéndonos en nuestras redes sociales y compartiendo nuestro contenido.
Y por supuesto, agradezco a Jennifer por el esfuerzo y la dedicación que le ha dado al proyecto.
Gracias por estos tres años.