«Jojo Rabbit»: una mirada infantil de la SGM

Aunque nada nos mantendrá juntos
Podríamos robar tiempo
Solamente por un día
Podemos ser héroes 

David Bowie

El honor siempre ha sido esa medalla invisible que porta, o se cree que debe portar, un hombre y más en tiempos de guerra, pero ¿qué pasa con los hombrecitos de la casa, a quienes se les arrebata su infancia a cambio del triunfal final en batalla?

Jojo Rabbit es una historia más acerca de la segunda Guerra Mundial, pero con la diferencia que es desde una mirada infantil, la inocencia con la que se ve un mundo despedazado por la ambición y disfrazado de honor. 

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Johannes Betzler (interpretado por Roman Griffin Davis), mejor conocido como Jojo, es un niño alemán de diez años apunto de formar parte de las filas de juventud alemana, en un campamento de dos días donde tendrá que demostrar que es todo un hombre listo para brindarle honor a su patria y a su Führer Adolf Hitler (interpretado por Taika Waititi), quién a su vez es su mejor amigo imaginario. Sin embargo, no consigue el éxito deseado y, por el contrario, es humillado. Sumado a esto, descubre que su madre (Scarlett Johanson) se ha convertido en una traidora al esconder a una joven judía en su casa, por lo que para reivindicarse decide documentar cada comportamiento del enemigo en su propio techo, para posteriormente usarlo a su favor.

Waititi juega un triple rol en esta cinta ya que además de ser actor, es el director y escritor de la misma, basádandose en la novela del 2004 Caging Skies de Christine Leunens.

Esta fábula fársica nos hace ver con ironía y humor negro, características en la poética de Waititi, cómo un niño pone a prueba su hombría ante una falsa imagen de la guerra como símbolo de valentía, hecho no muy lejano en nuestra contemporaneidad. Además de mostrarnos lo cómico y absurdo de algunas conductas partidistas en el régimen Nazi.

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Waititi maneja un ritmo dinámico propicio para el género satírico, en donde se permite jugar con recursos de otros géneros tales como el drama, thriller, e incluso terror.

A su vez, con su narrativa honesta se nos relata la ignorancia de la idiosincracia de la raza aria contra el concepto del judío, inferior en cada aspecto.

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También nos habla de la figura de la madre, en palabras del mismo Waititi: “La película es más una carta de amor a las madres, en especial a las madres solteras. Yo me crié con una madre soltera”, retratando a una madre especial que utiliza métodos inusuales a la época para sobre llevar el criar a un niño sola en un ambiente hostil lleno de odio.

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Mediante el símbolo, a lo largo de la historia, Waititi nos muestra varios signos, en especial el de los  zapatos de la madre para contarnos la crudeza de los que alzaban su voz en oposición al regimen. De igual manera, la ambivalencia del juego con el signo del conejo, animal con el que se le describe a Jojo (de ahí el título de la cinta), y aquel que se forma al abrochar las cintas de los zapatos.

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El juego con la música logra concretar un discurso redondo, incluyendo éxitos en su versión alemán, como Hold your hand de The Beatles, que podría leerse como mantener la mano alzada en Salve Hitler (Heil Hitler) y al mismo tiempo como la euforia que puede desatar un dictador con sus seguidores, tal como los Beatles con sus fans. Y por supuesto, el tema principal Heroes de David Bowie, que originalmente cuenta la historia de dos enamorados en medio del muro de Berlín, es usada como estandarte para esta historia, pues sin duda, antes de que existiera el muro físico ya había uno mental que dividía a judíos y alemanes, y Jojo Rabbit demuestra que puede ser derrumbado cuando se permite conocer al otro desde el corazón.

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Al final, esta cinta puede tener diferentes lecturas, incluso la del romance infantil, pero se debilita al tener un argumento más contundente del amor no necesariamente romántico sino empático, de unión humana.

Waititi transforma una sátira bélica en una reflexión con nuestro pasado y presente, al referir valores universales que generan empatía e identificación, lo que la distingue de cualquier otra cinta sobre la Segunda Guerra Mundial.

LO ÚNICO QUE NOS QUEDA AL FINAL ES BAILAR.