MINDHUNTER: El suspenso de navegar a través de la mente criminal

Muchas series y películas se han realizado sobre asesinos seriales, ya sea de ficción o verídicas en la industria del entretenimiento de los Estados Unidos debido a que estos, me atrevo a decir, forman parte de su cultura. Sin embargo, por lo general estas series se enfocan en la visión de los agentes desde una perspectiva con la que ya cuentan para realizar un perfil criminal, o bien, van preguntando en los alrededores y entrevistando sospechosos sobre el crimen ocurrido, aunque también hay otras en las que el personaje principal es el criminal y vemos las acciones que realiza para cometer su acto. A estos sucesos que vemos en pantalla se le agregan escenas de acción y se nos muestra una cara de los criminales sin ahondar más, sin ver qué está realmente detrás del crimen.

Lo que acabo de mencionar es una generalidad, no soy un especialista en series policíacas o sobre asesinos seriales, pero es lo que he visto en varias series actuales y algunas películas. Veía que había algo de superficial en todas ellas, la cara del asesino como el malo, depravado, sin sentimientos y asesino que le gusta la sangre o las violaciones, cosa que en muchos casos de manera casi inexplicable existe en algunas personas, pero en otras hay circunstancias que detonaron ese tipo de conductas: la ciudad, la situación económica, la familia, la sociedad, abusos y demás cosas que se olvidan que existen y que forman parte de este círculo vicioso en el que está inmiscuido el mundo. En algunos casos se muestra, pero no se le presta atención, es como decir «bueno, así le tocó vivir». Ni todos son completamente buenos, ni todos son completamente malos, eso hay que dejárselo al melodrama, somos seres humanos, es decir, imperfectos, racionales/irracionales, instintivos y emocionales.

Mindhunter 1

Por fortuna, me encontré con la serie Mindhunter, la cual se basa en las memorias Mindhunter: Inside the FBI’s Elite Serial Crime Unit, de John Douglas y Mark Olshaker, y que cuenta con un guión realizado por el dramaturgo Joe Penhall y Jennifer Haley, todo bajo la producción de David Fincher, quien también dirigió cuatro episodios. Si bien esta serie es la antesala (por decirlo de alguna manera) a las características y métodos empleados en otras series, como ya mencioné, sobre la conducta de los criminales, sobre todo de los asesinos seriales, ya que nos narra los inicios en los que el FBI comienza a emplear otros métodos para atrapar criminales con base en su conducta y detonadores exteriores, los cuales va descubriendo Holden Ford (Jonathan Groff), quien es un negociador de rehenes del FBI y que busca nuevos métodos al fallar en una negociación, ya que siguió el manual establecido por la agencia, pero éste le ha quedado corto.

Mindhunter 3

Ford, busca en otras disciplinas ampliar el campo del conocimiento sobre el pensamiento de los criminales, ya que para el año de 1977 en el que se desarrolla la temporalidad de la serie, los criminales eran vistos solo como seres que llevan la maldad por dentro y que deben ser castigados por eso. Holden Ford hace mancuerna con el agente Bill Tench (Holt McCalllany), quien es especialista en ciencias conductuales, emprendiendo juntos una investigación que los llevará a entrevistar a los asesinos seriales de su época (este término aún no se utilizaba en aquella época de «asesinos seriales», lo vemos en la serie) para identificar patrones que llevan a ciertas personas a cometer sus actos.

En lo personal, lo que más me ha gustado de la serie es lo siguiente:

1. Ambientación: cuando uno escucha «asesinos seriales» no se puede dejar de pensar en los años ochenta cuando estos hechos ocurrían con frecuencia, por lo que la ambientación, aparte de estar por demás sugerida, maneja una paleta de colores que te hacen pensar que estás viendo una serie de aquella época y ayuda a generar el suspenso.

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2. Los planos: no sé si es mi percepción, pero lo que veo es que se manejan muchos planos abiertos, donde pareciera que estás viendo más una película que una serie, que de manera semiótica se puede ver como esta ampliación de la mente de una época que comenzaba a volverse interdisciplinar en algunas áreas del conocimiento.

Ed Kemper

3. Las actuaciones: tienen ese toque de película policíaca de los ochenta, pero con una contextualización interpretativa para nuestra época. Sobresale la actuación Cameron Britton como Ed Kemper, el «Asesino de las Colegialas», que cada vez que aparece a cuadro genera un suspenso y unas ganas de no querer estar junto a él.Mindhunter 6

4. El ritmo: si bien a muchas personas les puede parecer lento, aburrido, porque además no cuenta con escenas de acción, es precisamente eso lo que le da un toque particular y de suspenso a la serie, que te va envolviendo poco a poco no de manera emocional, sino, psicológica y que cuando menos lo esperas ya te ha envuelto en su miesterio.Mindhunter 5.jpeg

5. El juego con la imaginación: esta serie no cuenta con imágenes grotescas, salvo una que otra pero son mínimas, ni con escenas de los crímenes, todo lo contrario, se narra a través de la entrevistas y todo queda en la imaginación y susceptibilidad del espectador.Mindhunter 7

Aunque en ocasiones siento que el guión se queda corto y se puede aprovechar más, así como eliminar textos que me parece están de más aunque traten de aligerar el tono, no creo que sea pertinente hacerlo mediante el texto, que aún puede ir más allá de lo hasta ahora presentado.

Mindhunter, es una serie que apunta más al thriller psicológico, algo que recuerda a las películas de Seven y Zodiac, característico de David Fincher, por lo que quien guste de películas de este director esta serie es la indicada y que va comenzando al contar con su primera temporada bien hecha, sutil y que maneja muy bien el suspenso de navegar a través de la mente criminal.