Crítica: «De los laberintos se sale por arriba»| Temporada de Teatro CONARTE 2019

¿Cuál es la diferencia entre el ser humano y el animal? La supremacía de este está subordinada por la palabra, el medio de comunicación que, aunque no es universal es el más claro y potente, el que permite llevar un mensaje y exponer situaciones, estrategias o difundir una realidad. Pero, ¿qué es la realidad?

Reap Films junto con La Jaula del Conejo nos exponen esta y más preguntas en la puesta en escena De los laberintos se sale por arriba bajo la dirección de Emanuel Anguiano y las actuaciones de Cristina Alanís y Bernardo Zurita.

La cabina de una estación de radio local es el espacio donde la acción emerge; un conductor de un programa cultural regiomontano emite las noticias del día, del tráfico, violencia y el partido de fútbol de una noche anterior. Cansado de la normatividad pasiva exhibe con arrogancia su punto de vista sobre estos temas, lo que incomoda a su productora. Sin embargo, todo se vuelve impredecible gracias a varios sucesos extraordinarios que ocurren en la ciudad.

De los laberintos se sale por arriba se estrenó en el año 2016 y vuelve para abrir la Temporada de Teatro CONARTE 2019, presentándose en la Sala Experimental del Teatro de la Ciudad, ubicado en el centro de Monterrey, Nuevo León, con una temporada corta de seis funciones (5, 6, 7, 12, 13 y 14 de julio).

El director, Emanuel Anguiano, conserva la línea temática de sus puestas en escena: ciencia ficción sumergida de existencialismo, aunque en esta ocasión le añade el elemento thriller que comúnmente se asocia al cine más que al teatro. De una manera eficaz replantea en el espectador la pregunta qué es la realidad y como la palabra adquiere una fuerza tal, capaz de desatar caos en la humanidad.

Su discurso escénico es influenciado por fuentes cinematográficas como lo son la cinta del 2008, Pontypool, y, Dead Air, del 2009. Esta intertextualidad toma mayor forma al adaptarla a nuestra contemporaneidad regiomontana y en general del país, al incrustar la metáfora del riesgo que corre un periodista en México.

Las actuaciones junto con las intervenciones interdisciplinarias crean un ensamble propicio para generar preguntas e ideas. Aunque algunos elementos escénicos, como el micrófono, distancían al espectador del espacio que proponen (ya que más que un locutor de radio luce como Standupero), logran adentrarlo a la atmósfera de suspenso, gracias al buen manejo del ritmo de la puesta, así como los efectos sonoros y visuales. Si bien las notas de audio complementan la acción en escena, existen algunas que cortan la conexión orgánica de la puesta.

Leopoldo Marechal dijo: “De todo laberinto se sale por arriba”, en una época de represión y dictaduras. Ahora, aunque los medios son de fácil acceso y de aparente libre expresión, quien expone su ideal puede ser infectado en el intento de entender las palabras con las que se construye una sociedad, o ser perseguido hasta su silencio. Seguimos oprimidos, aniquilados por las palabras.